domingo, 7 de agosto de 2011

Alojamiento -

Una vez que tienes a tu hamstercillo, lo que debes que hacer es buscarle una casita, un lugar independiente donde pueda vivir y se encuentre a gusto y protegido. Habrá que disponer una casa adecuada a sus finalidades morfológicas y un hábitat que cumpla las necesidades que tenemos nosotros, los hámsters.

   El hámster deberá estar a gusto y en ningún momento sentirse incomodo y extraño dentro de sus nuevas paredes. La casa deberá ajustarse lo más posible a su hábitat natural, para que no dejemos de realizar y desarrollar los hábitos y las actitudes que mantendríamos en estado salvaje.

   Numerosas son las jaulas o casas que venden en las tiendas especializadas -hay en el mercado de todos los tipos-, pero no todas son las más adecuadas ni todas se ajustan a lo que necesitamos. Lo más recomendable es que tu construyas una casa a la nuestra medida, con los accesorios necesarios para encontrarse a gusto en ella. Lo más guay sería que me dejases construir una madriguera en el jardín con numerosas galerías, como hacemos en estado salvaje. Sin embargo, ello no siempre resulta posible, pues muchos no tenéis jardín porque la vida moderna nos lleva a vivir en pisos o apartamentos en una gran ciudad. Por eso, lo mejor será que construyas ese hábitat para tu amiguito.

- Adquisición - (... continuación)

    Es muy importante a la hora de adquirir un ejemplar saber distinguir cuál es su sexo, ya que hay quien desea adquirir una chica o un chico por razones determinadas. De todos modos, siempre resulta aconsejable tener la parejita, dado que así ambos tenemos compañía (je, je).

    Para saber si somos macho o hembra debes fijarte atentamente en la forma trasera que tenemos. Así, los machotes tenemos forma de pera, mientras que las nenas exhiben una forma trasera más redondeada. De todas formas, el mejor modo para saber distinguir el sexo es congiéndonos entre las manos y separándonos las patas traseras y el pelo que se encuentra entre ambas. Así no habrá duda ¿no?. Los genitales de los chicos se encuentran a una distancia de aproximadamente seis milímetros de su cavidad anal; sin embargo en las chicas es más difícil distinguirlos por estar los dos orificios muy juntos uno al otro.
Estos es una chica HEMBRA Esto es un chico MACHO


    Pero si aún así sigues sin saber … mejor se lo preguntas al vendedor (jajaja).

    ¿Ya te dije que nos gusta la compañía? Podemos ser propensos a sufrir la soledad (sip, snif, snif) -en realidad, como todos los animales que se encuentran aislados de sus semejantes-. Nuestra vida en pareja en este tipo de roedor no ofrece dificultades; al contrario, todo serán ventajas, pues estaremos contentos y animados y nuestro estado de ánimo influirá beneficiosamente en nuestra salud. Peeeero …¡cuidadín! … ops … he de añadir que si se adquiere la pareja, en un principio deberemos vivir separados, bien en una jaula grande dividida por un tabique, bien en dos jaulas diferentes. Entiéndelo, todos necesitamos un poco de independencia hasta conocernos ¿no?.

- Adquisición -

¿Recuerdas lo que dije antes de que el sentido de la responsabilidad de vosotros los humanos, puede verse reforzado a raíz de la tarea de cuidar de un ser vivo?. Pos'eso. Muchos pedagogos recomiendan que niños y adolescentes crezcan en compañía de animales. Los más pequeñajos (entre 1 y 8 años) deben recibir ayuda de adultos en el cuidado de los animales.

    La adquisición de un roedor ha de meditarse bien y regalar uno de nosotros sin previo aviso es una acción poco acertada.

    Dada nuestra fama y popularidad, numerosos son los ejemplares que se encuentran a la venta en los establecimientos o tiendas especializadas. Llevarnos a tu casa es, pues, sencillo, aunque hay que tener en cuenta ciertos aspectos para proceder a una buena compra del ejemplar.

    Es necesario que mi congénere se encuentre sano y goce de una perfecta salud. Hay que fijarse también en no adquirir un ejemplar ya anciano y sin capacidad para reproducirse. Así, en el momento de comprarlo debes prestar atención a:


- Que goce de perfecto estado de salud.
- Que sea joven y presente un aspecto vivo y animado.
- Que sus orejas estén alzadas y recubiertas de pelusilla en su interior.
- Que los ojos sean expresivos y brillantes.
- Que el pelaje sea suave y sedoso.
- Que las patas estén sanas.
- Que el tamaño se ajuste a su edad.

    A veces te pueden vender un camarada anciano que debido a su nerviosismo e inquietud te parezca un chaval. Para percatarte de esto has de saber que los ejemplares ancianos presentan las orejas brillantes y carentes de pelo en su interior. No debes adquirir nunca un ejemplar delgado al que se le marque la columna vertebral. Tampoco debes fiarte del hámster que presente el pelo chafado y pegado alrededor del ano, pues es un síntoma de poca salud. También hay que prestar atención a las patas, que no deben presentar hinchazones o contusiones, así como al pelaje, que debe ser suave y sedoso y no tener, en modo alguno, manchas o costras, ya que pueden ser posibles indicios de una enfermedad.

- Origen -

Seguramente te habrás preguntado de dónde viene nuestro nombre común "hámster", pues bien, nos pusieron este nombre porque deriva del verbo alemán "hamstern" que quiere decir acaparar. Yo creo que es por la afición que tenemos todos los hamstercillos de acumular semillas, alimentos y otros objetos.

Somos roedores pertenecientes a la subfamilia de los múridos y nuestro nombre científico es Mesocricetusauratus. Originarios de Asia Menor y del Cáucaso. Aunque nuestros orígenes son lejanos, no fuimos reconocidos hasta principios del siglo XIX, cuando un científico llamado Waterhouse fue el primero en estudiarnos. Sin embargo, alcanzamos una notable popularidad alrededor de 1930 cuando el científico Aharoni descubre en Siria una madriguera de hámsters, que se lleva consigo a Europa y comienza a criarlos. Este científico fue el primer criador. En 1931, ya Inglaterra nos conocía, más tarde lo hizo Alemania y en 1938, estados Unidos, aunque nuestro número ha descendido drásticamente debido a la introducción de maquinaria en las prácticas agrícolas, así como también en regiones de siberia y en zonas montañosas, por ejemplo en parte de los Alpes.

En las tiendas de animales de compañía se encuentran con más o menos frecuencia cuatro razas principales:


  • La raza más conocida es el hámster dorado de Siria (Mesocricetus auratus); para muchos de vosotros el hámster. (Si eres de los estudiosos, curiosos o simplemente te interesa y quieres saber nuestra MORFOLOGÍA ... pues pulsa AQUÍ.)
Las otras tres razas que se comercializan se consideran hámster enanos:
  • El hámster enano chino (Cricetulus griseus) ya se ofrece con mayor o menor regularidad desde hace 15 a 20 años como animal doméstico.
  • El hámster enano gris o hámster enano de Zungaria (Phodopus sungorus) de color gris con una lista central oscura en el dorso.


















  • El hámster más pequeño con el nombre más complicado es el hámster enano de Roborowski (Phodopus roborovskii) que tiene un pelaje de color arena. Es mucho más ágil, a veces incluso «hiperactivo», por lo que no es tan adecuado como animal para acariciar.

- El hámster y los niños - (... final)

Por lo tanto, nosotros los hámsters, no presentamos demasiados requisitos para cuidarnos. No somos animales exigentes, muy al contrario, podemos convivir perfectamente con los niños y adultos en la misma casa, e incluso mostraremos nuestra alegría cuando la casa esté llena. Nos gusta estar acompañados, pero como ya hemos dicho, necesitamos que nuestro espacio sea respetado.

   También hay que vigilar que no estemos en corrientes de aire, ya que son tremendamente perjudiciales para nuestra salud. Los niños, por lo tanto, deberán aprender a no abrir ventanas o puertas que puedan establecer frecuentes corrientes de aire, pues podríamos resfriarnos y tener graves problemas físicos.

   Habrá que enseñar también al niño a no cometer "locuras" con nosotros; como por ejemplo, a no dejar a su mascota suelto por el balcón, ya que correría el peligro de caerse, o bien a no acercarle a estufas o radiadores, así como tampoco a ventiladores, etc. ... Es sabido que en cualquier casa hay numerosos peligros para todos, ya sea para los niños, nosotros los animales o incluso para los adultos, aunque estos últimos son los que se deben encargar de enseñar cuáles son estos peligros y cómo evitarlos.

   La estancia de la casa que ofrece más peligros es la cocina, por la gran cantidad de utensilios y aparatos que hay. Los niños deben aprender que ciertas cosas no se deben tocar, y en relación a nosotros, los hámsters, deben tener muy en cuenta que para nosotros, que somos pequeños e inofensivos hay ciertos peligros domésticos que podrían ocasionarnos graves daños.

   En un principio pues, el niño que desee jugar con su hamstercillo, deberá ser vigilado de cerca, y si éste pretende hacer alguna travesura, advertirle que no se debe hacer, pues de esta forma el niño aprenderá que es lo que se puede o no se puede hacer. Como es natural, ello implica paciencia, pero también se acaba obteniendo una satisfacción cuando se observa la relación del niño con su mascota.

   Lo más probable es que el niño acabe hablándole a su hámster y revelándole sus pequeños secretos, como si éste fuera su cómplice más fiel. El hamstercillo, le manifestará su cariño, acercándose a él para ser acariciado y demostrándole con insistencia y afecto y compañía.

- El hámster y los niños - (... continuación)

Algunas normas básicas

   Aunque algunas ya se han dicho ya y otras se señalan a lo largo de las restantes secciones de esta guía, queremos reiterar aquí algunas de las más importantes.

   No debes olvidar que para que gocemos de buena salud y buen estado físico, la higiene es fundamental. La jaula deberá estar siempre limpia, pues nosotros somos por naturaleza extremadamente limpios y si la jaula presenta suciedad, nos encontraremos incómodos e intranquilos. Así que, deberás tener esto muy en cuenta a la hora de tener un hámster en casa, aunque esta regla es válida para aplicar a cualquier tipo de animal que comparta vuestra vida familiar. Como ya he dicho, somos muy limpios y si nos observas durante la jornada, podrás darte cuenta que una de las cosas que hacemos con más frecuencia es la de limpiarnos constantemente. Tenemos un pelo suave y sedoso, esto les encanta a los niños, sin embargo, hay que impedir que los niños nos acaricien constantemente porque acabaríamos sintiéndonos molestos.

   También las condiciones ambientales deberán ser del agrado del hamstercillo recién llegado. Nosotros solemos buscar tranquilidad, por ello, se deberá colocar la jaula en una habitación de la casa que sea tranquila. De todas formas, del mismo modo que nos gusta la tranquilidad, también nos encanta estar en compañía, pero ésta deberá respetarnos y cuidarnos como es debido.

   Los alimentos que nos proporcionen deberán también estar en buen estado y ser frescos, así como aquella que hayamos apartado, deberá ser retirada lo antes posible para que no fermente y constituya un grave foco de infección, que a la larga podría repercutir en nuestra salud.

   Algo también muy importante a tener en cuenta es que, los hámsters dormimos durante el día y acostumbramos a "realizar nuestras tareas" durante la noche; por esta razón hay que respetar esas horas en las que estamos descansando, aunque no sean las mismas que las vuestras. Los niños deberán aprender a comprender que cuando su mascota está durmiendo no debe molestarla, pues a ellos tampoco les gustaría que los despertasen cuando están en pleno sueño.

- El hámster y los niños - (... continuación)

   El animalito debe gozar de tranquilidad y bienestar, y el niño no deberá resultar un obstáculo para él, sino una muestra de cariño y comprensión.

   Una vez se haya enseñado estos aspectos al niño, y éste los haya asimilado como es debido, la relación que se establezca entre ambos será ya fruto del tiempo y de la confianza a la que mutuamente se entregarán para conocerse mejor.

   Naturalmente, no todos los niños están en edad de entablar relación con los animales, pues si el niño es todavía pequeño y no está en condiciones de comprender ciertas cosas, se deberá esperar a que crezca. Solamente cuando el niño tenga ya uso de razón suficiente como para entender y comprender a sus semejantes, estará en condiciones de despertarle ese amor que todos los humanos tienen, aunque esté escondido en alguna parte, por nosotros los animales.

   El querer a los animales es algo muy hermoso, pero todavía es más hermoso que ese amor sea constante y forme parte de la cotidianeidad que pueda establecerse entre nosotros, los animales domésticos y los humanos. Los hámsters, como ya hemos dicho, somos animales muy adaptables y que no ofrecemos ninguna resistencia al afecto y al cariño que puedan brindarnos las personas que nos rodean. Como es natural, tienen que ganarse nuestra confianza, pero eso es sólo cuestión de paciencia y buena voluntad. Si se actúa con cariño, ya veréis como los resultados son inmediatos.

   Los niños, por lo general, muestran una gran curiosidad e interés por los animales, y más todavía si ven que éstos son pequeños e inofensivos, como es nuestro caso. Nosotros, en rarísimos casos nos manifestarnos agresivos y si lo demostramos es tan sólo para defendernos de algún peligro que sintamos cercano.

   Insisto pues, tenéis que aprender a respetar a vuestros animales, pues es la base para que os entendáis con nosotros y que nosotros los animales, podamos también entenderos. Los hámsters somos animales que soportamos con facilidad la vida en cautividad, sin que ello nos afecte el carácter y las condiciones físicas; al contrario, nos adaptamos a ella y manifestamos nuestra alegría si estamos bien atendidos y cuidados.